ONCE IDEAL UEFA CHAMPIONS LEAGUE 19/20

 


La UEFA Champions League volvió en el mes de agosto para disputar a partido único los cuartos de final, semifinal y final (también culminar dos partidos de octavos de final, que no habían disputado la vuelta) y en Mundial Scouting hemos armado un once ideal de este especial 'Final Eight' disputado en Lisboa:


Manuel Neuer. Muy importante en los últimos encuentros, sobre todo al achicar en cada mano a mano (timing en la estirada y buen posicionamiento corporal para limitar ángulo de remate) para evitar tanto que el Barcelona, Lyon y PSG (siendo uno de los mejores de la final). 

Joshua Kimmich. Su participación con balón para liberar espacios, ya sea al atraer o al pasar, como también sin el esférico para activar distintas zonas, tanto por dentro (inicio acción del gol de Coman ante el PSG) como por fuera, y así conseguir apoyar en la circulación o ser una opción para avanzar-profundizar. Se escapó de la presión, generó y gestionó. Además, sufrió sobre todo contra el Barcelona en transición ataque-defensa (su espalda).

Thiago Silva. Lideró al PSG en fase defensiva a partir de su fuerza mental para combatir en acciones divididas (anticipos o coberturas en defensa posicional) y sostuvo al equipo francés en el área. Dominó sobre todo a Zapata en los cuartos de final; lo limitó. 

David Alaba. Importante para instalar a su equipo en campo rival, evidenciándose en gran parte ante el Lyon, pero también contra el Barcelona y el PSG, a través de su conducción y pase (cambio de orientación o vertical), conectando con intermedios y lejanos. Además, consiguió sostener atrás corrigiendo en campo abierto.

Alphonso Davies. No pudo ser dominante en la final, por un buen trabajo de pizarra de Tuchel. Sin embargo, en la mayoría de los encuentros sí demostró supremacía para ganar duelos individuales (varios corrigiendo en campo abierto) y para conseguir avanzar y/o profundizar en fase ofensiva con su amplitud, cambio de ritmo, regate en corto y velocidad al espacio. 

Thiago Alcántara. Mejor futbolista de la final ante el PSG. Y fue fundamental contra el Barcelona y Lyon (escapando de la presión). Dominó a través de sus controles y su repertorio de pase para conseguir ventajas entre líneas (pase a Kimmich en la acción del gol de Coman vs. PSG) o en las bandas (pase a Kimmich en la acción del gol de Gnabry vs. Lyon). Efectivo y además vislumbró a nivel visual. También lanzó coberturas por dentro y por fuera, resistió transiciones y recuperó al presionar en alto.

Ander Herrera. Clave su interpretación táctica de Ander Herrera en fase defensiva para apoyar al lateral o lanzar presiones altas, cambiando de manera constante su marca (al lateral en salida o defensa posicional, o al extremo entre líneas) y así incomodar al equipo contrario al intentar avanzar-profundizar. Participativo en la gestación o entre líneas para apoyar.

Thomas Müller. Otra vez demostró su trabajo silencioso sin balón (por ejemplo, en la final, es determinante al pivotear hacia Kimmich antes de centrar y que Coman marcase) para activarse entre líneas (opción de pase a la primera línea), hacia la espalda de la defensa contraria (profundizar) o en el área (finalizar), intercambiando zonas de modo constante. Y también al presionar la salida de balón rival. 

Neymar Jr. No encontró espacios para participar en espacio-tiempo en la final; muy incómodo. Pero fue fundamental para llegar a esa ronda, tanto ante la Atalanta (exhibición), apareciendo en distintas zonas del campo para instalar arriba a su equipo, y contra el Leipzig (falso “9”), atacando la espalda del medio rival y siendo clave en la presión. 

Serge Gnabry. Intercambio de posiciones dentro-fuera o fuera-dentro para ser una opción entre líneas o también a espaldas de la defensa rival. Además, no solo fue clave al reconocer espacios, sino también en las descargas de espaldas y en el traslado para desbordar o encarar (gol ante el Lyon). Sacó ventajas a partir de su recepción. Incomodó en la presión alta y tras pérdida. Pieza versátil. 

Robert Lewandowski. No fue tan importante para su equipo en los últimos encuentros. Aunque demostró su mejoría –en los últimos años– en el entendimiento de juego para conseguir que el Bayern avanzara o profundizara en el campo, siendo condicionante directa o indirectamente, sobre todo en el área (al atraer centrales). 


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